Desde este blog se pretende difundir la historia, el arte, la cultura y la naturaleza de la villa y del valle de Echo, uno de los enclaves pirenaicos de Aragón, más hermosos y dinámicos. Su pasado, presente y futuro merecen la pena conocerse y compartirse. Con mi admiración , cariño y la mayor modestia.

domingo, 30 de noviembre de 2014

1604, EL CONTRATO PARA REPARAR EL ÓRGANO DE LA IGLESIA DE SAN MARTÍN EN ECHO


Organista

De nuevo el Archivo Histórico de Huesca, nos ofrece otra pieza documental relacionada con los órganos de las Iglesias de La Val. En ésta ocasión se trata de un contrato en el que se establecen los pormenores detalladísimos (como hacían siempre, pero sobre todo si se trataba de dinero público), para la reparación del órgano de la Iglesia de San Martín en Echo.

La fecha, 3 de Septiembre de 1604. El notario, como no podía ser menos, de los Pérez de Echo. En ésta ocasión, D. Agustín. Los firmantes del protocolo, son: por parte de la villa de Echo, el vicario mosén Antonio de Pueyo, el justicia de la villa Gil Castillo, y dos vecinos, Agustín Pérez mayor y Pedro Algueta.
El contratado, mosén Jerónimo Roche, presbítero y al parecer artesano experto en las reparaciones de dichos instrumentos aunque no figura en el exhaustivo trabajo de Pedro Calahorra sobre organistas y organeros en los siglos XVI y XVII , que hizo para la Institución Fernando el Católico.

Órgano actual de San Martin de Echo
Los acuerdos que se plasman en el protocolo, obligan al dicho Jerónimo Roche, a drezar y afinar y hazer de nuebo todo lo que fuere necesario y no estubiere bueno, firme y seguro, assi en el secreto de dicho órgano como en las flautas y soldaduras de aquellas y todo lo que mas se offreciere....así como los secretos y alcaduzes del secreto..... 

Uno de los acuerdos pactados es de lo más curioso, pues obliga al contratado a principiar a trabajar en dicha obra del dicho órgano luego sin divertirse ni apartar la mano della, hasta que sea hecha y acabada....

Las cláusulas de salvaguarda son igualmente de lo más estrictas. Pues además de obligarle a que el órgano quede afinado por completo y suene correctamente, establecen que compruebe la reparación un perito experto, y en caso de encontrar algún defecto, no sólo tendrá que subsanarlo por completo, si no que los emolumentos del perito correrán de su cuenta. No así si está todo bien, que será la villa de Echo la que los pague.

Sueldo jaqués de plata
El precio por el trabajo encargado, incluye los gastos de viaje que le ha ocasionado al mencionado Jerónimo Roche, acercarse a la villa y reconocer el trabajo, y se presupuestan en dos mil sueldos jaqueses, que se pagarían en los siguientes plazos: cuatrocientos sueldos jaqueses al contado, otros cuatrocientos el día que comenzara el trabajo, y el resto al terminarlo satisfactoriamente, así como alojamiento (casa franca, dicen) mientras realice la obra.

Además de los mencionados contratantes, firman como testigos otros dos vecinos de Echo, Juan Marraco mayor y Blasco Pétriz, labradores.


(Dedicada ésta entrada a mi amigo Luis Pedro Bráviz de Echo, organista, excelente músico y mejor persona)






2 comentarios:

  1. Interesantísimo documento; la verdad es que los contratos de reparación o construcción de órganos eran así de exhaustivos. Más interesante si cabe sería encontrar el proyecto de reparación por parte del organero Roche, documento en el que encontraríamos la disposición del órgano, esto es, los juegos con los que contaba, quizás fecha de construcción, -que solía estamparse en el interior el secreto, donde queda almacenado el aire-, organero que lo hizo, etc. ¿Existe este documento?. Y otra cuestión, ¿el notario sería el mismo Agustín Pérez de Echo, rector de la Universidad, que comentabas en otra entrada?

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  2. Hola Luis Pedro. El documento de Jerónimo Roche, pudo estar depositado en su día en el ayuntamiento de Echo, al que debía de entregar su presupuesto y propuesta, pero el archivo como sabes, ardió el 28 de agosto de 1809 junto con las 2/3 partes de la población. En el Archivo Histórico Provincial, hasta ahora al menos,no ha aparecido otro documento sobre éste tema que al que se alude en la entrada. Te escanearé y enviaré toda la transcripción completa del documento.
    Respecto a Agustín Pérez, no creo que fuera el mismo, no sólo porque la fecha del documento es de 18 años después de que fuera nombrado Rector de la Universidad, si no porque tenía la condición de canónigo. Lo que es muy probable que perteneciera a dicha familia de Echo, que fueron notarios a lo largo de varios siglos, y cuyos nombres propios se repiten a menudo, especialmente los de Agustín y Pedro. Un abrazo.

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