SIERLAS: UN DESPOBLADO MEDIEVAL ENTRE ECHO Y EMBÚN

Ermita de Santa Isabel

Situada la partida que aún se conoce como de Sierlas, en el cruce de la carretera de Echo con la de Jasa y Aragüés, estamos ante un despoblado de probable origen medieval, del que quedan todavía vestigios y del que dio cuenta en su recomendable Historia de la Economía Política de Aragón en 1798 D. Ignacio de Asso

Restos del despoblado de Sierlas

 La ermita de Santa Isabel que está situada en lo alto del lugar, sería probablemente la parroquial de la pequeña aldea que allí existió. Evidentemente no como la vemos ahora, recrecida en el barroco y convertida en lugar de peregrinación de las gentes de Embún.

Sierlas, era uno de los pueblos que hicieron voto a San Indalecio y peregrinaban anualmente hasta San Juan de la Peña junto con otros 237.

Puente de Sierlas

El puente cercano sobre el río Osia que ha quedado inservible, mantiene el nombre del lugar: puente de Sierlas, que es como se le conoce.

Entre las curiosidades del sitio, recordaremos que no hace muchos años, al ensanchar la carretera a Echo, bajo la peña en la que se asienta la ermita apareció una cueva sepulcral datada  del neolítico por los arqueólogos de la DGA, conteniendo restos de varios adultos y un niño así como retales de tejidos. Como cada vez que interviene la administración, nunca más se supo de los restos encontrados que estarán en una caja de zapatos en el sótano del Museo Provincial, ni del informe realizado que dormirá en algún cajón.

 

Lugar aproximado en que apareció la cueva sepulcral

Más hacia nuestros días, leí en la red hace tiempo los recuerdos de un capitán de la
Guardia Civil que mencionaba que en ése mismo lugar de Sierlas, en el año 1940 había estado acuartelado, al parecer en la misma ermita, un destacamento de la Guardia de Asalto movilizado en la lucha contra los maquis. Si fueron de Asalto, serían los últimos así denominados ya que ésas fuerzas del orden, creadas por la II República, fueron disueltas tras la guerra civil, así como el cuerpo de carabineros, e integrados en la Guardia Civil. Sea como fuere, algunos veteranos chesos recuerdan que allí hubo un destacamento militar, y sobre todo que talaron para hacer fuego un hermoso carrascal que había.

Y hablando de fuego, el diario Nueva España  de Huesca del domingo 5 de noviembre de 1961, da cuenta del incendio fortuito de una borda en la partida “Las Sierlas” propiedad del vecino de Embún, Pedro Vinacua Eito, quedando destruida por completo. En el interior, dice el diario, había 3.000 Kgrs de hierba, 140 de trigo y otros artículos valorados todos ellos en unas  38.827,- pesetas.

Curioso plegamiento rocoso frente a la ermita, al otro lado del Aragón Subordán